La Buena Semilla: Lunes 4 Marzo
Lunes
4
Marzo
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Romanos 5:1
Yo (Jesús) les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Juan 17:14
Testigos de Cristo hasta la muerte (1)

Justin, un cristiano del siglo II, sufrió el martirio. Al principio se oponía al evangelio, pero quería conocer la verdad. En su juventud asistió a todas las escuelas filosóficas del mundo grecorromano de la época, pero nada satisfizo su sed espiritual. Más tarde habló a un anciano sobre su ardiente deseo de hallar a Dios, y sus vanos esfuerzos tratando de lograrlo.

El anciano le respondió que la enseñanza de los filósofos no podía llevarle a conocer a Dios ni a darle la paz que estaba buscando: “El mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría” (1 Corintios 1:21). Luego le habló de la revelación de Dios a los hombres a través de los escritos de los profetas y por los evangelios, y le instó a leerlos atentamente. «Ora», añadió, «se te abrirán las puertas de la luz. Las Escrituras solo pueden entenderse con la ayuda de Dios».

Justin siguió este consejo, leyó las Sagradas Escrituras; oró, y Dios respondió a sus peticiones. Encontró luz y paz en Jesucristo. A sus 30 años estaba lleno de celo por la verdad que había comprendido y que llenaba su corazón. Comenzó a viajar por Egipto y Asia, predicando el Evangelio a todos los que quisieran escuchar. Se estableció en Roma y continuó enseñando desde allí. Trató de ponerse en contacto con los filósofos para mostrarles la verdad. Pero uno de ellos, llamado Crescente, irritado porque Justin le había hecho callar durante una discusión, lo denunció como cristiano.

(mañana continuará)

Éxodo 16 – Hechos 12 – Salmo 29:7-11 – Proverbios 10:29-30