La Buena Semilla: Sábado 9 Noviembre
Sábado
9
Noviembre
Me volvieron la cerviz, y no el rostro; y en el tiempo de su calamidad dicen: Levántate, y líbranos.
Jeremías 2:27
¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?
Hebreos 2:3
El momento adecuado

Para ser salvo no basta gritar: ¡Dios mío!, cuando te estás cayendo de una escalera, le dijo un cristiano a su vecino incrédulo. Muchas personas suplican instintivamente a Dios cuando tienen miedo, pero lo olvidan cuando el peligro pasa. En las batallas militares, en los aviones o barcos en peligro, en las calamidades y desastres de toda clase, ¡cuántos llamados de auxilio, silenciosos o con gritos, son expresados así! Pero, ¿hay una fe real en esto? ¡Solo Dios lo sabe! A menudo él podría decir: Me has dado la espalda, ¿y ahora me pides ayuda?

Si este es su caso, lo invito a buscar a Dios, a orarle con sencillez y rectitud. La Biblia dice: “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2). ¡Pero “el día de salvación” no durará para siempre! Ahora Dios le extiende la mano de la gracia, pero él sigue siendo el Dios santo. Ante él nadie tendrá excusas ni podrá justificarse por no creer. Puede llegar el momento en que usted ya no pueda ir a él, porque el tiempo de gracia habrá terminado. ¡Y también porque usted habrá endurecido su conciencia! Es, pues, hoy y ahora el momento de creer, de orarle, de decirle: «Voy a ti tal como soy». No desprecie el llamado de Dios, cuando le ofrece la salvación. “Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55:6).

“En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; confiaron en ti, y no fueron avergonzados” (Salmo 22:4-5).

Deuteronomio 32:29-52 – Hebreos 1 – Salmo 119:161-168 – Proverbios 27:7-8