La Buena Semilla: Sábado 14 Diciembre
Sábado
14
Diciembre
La tierra… debajo de ella está como convertida en fuego.
Job 28:5
Los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
2 Pedro 3:10
En un volcán

La tierra que habitamos, dicen los geólogos, es una bola de fuego recubierta de una corteza de materia sólida, proporcionalmente más delgada que la cáscara de un huevo. A solo unas decenas de kilómetros debajo de nuestros pies, hierve un magma incandescente. Si pensamos en las enormes presiones a las cuales, desde el interior, está sometida esta fina capa, podemos explicar la razón de los terremotos que a veces sacuden ciertas regiones de nuestro planeta. También comprendemos la existencia de los volcanes, que son como fisuras en la corteza terrestre, por donde escapan elementos fundidos.

Las catástrofes así originadas producen mucho miedo. Pero un acontecimiento decisivo, mucho más grave, espera al mundo. “Los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos” (2 Pedro 3:7). ¡Este decreto es irrevocable! El mundo está invadido por una inmoralidad y una violencia tan grandes, que se acerca el día en que Dios vendrá a juzgarlo. Solo hay un refugio para el hombre: ¡Jesús! El que fue crucificado ofrece a todos un mensaje de salvación eterna. Si usted aún no lo ha aceptado, es el momento de responder a su invitación. Abramos los ojos, arrepintámonos, pongamos de lado las ilusiones, las discusiones, el orgullo. ¡Busquemos a Cristo! Acerquémonos a él y digámosle: Estoy perdido… ¡sálvame!

¡Despertemos, el mundo pasa, el juicio se acerca! Hoy Dios nos ofrece su gracia, ¡aprovechémosla!

Jueces 6:22-40 – Apocalipsis 7 – Salmo 141:5-10 – Proverbios 29:24-25