La Buena Semilla: Miércoles 17 Julio
Miércoles
17
Julio
La congoja (o angustia) en el corazón del hombre lo abate; mas la buena palabra lo alegra.
Proverbios 12:25
Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
1 Pedro 5:7
Corazones preocupados

Las ocupaciones de la vida actual producen mucho estrés, y a menudo nos hacen perder la tranquilidad. Nuestra sociedad busca una buena calidad de vida y se esfuerza por mejorar el bienestar y la seguridad, pero esto no impide que la inquietud general aumente. La mayoría de nosotros vivimos con más comodidad que nuestros padres, sin embargo, nos agitamos fácilmente, vivimos ansiosos, buscando siempre seguridad y confianza. Tener paz mental es la mayor bendición que podríamos desear. ¿Hallaremos esto en un mundo tan agitado? Muchas personas tratan de alcanzar esta paz del alma y del espíritu por sus propios medios, pero es inútil, pues nada en este mundo llena el vacío del alma. “Nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Dios”, escribió San Agustín.

Solo Jesús da la respuesta eficaz a la ansiedad: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Ir a Jesucristo es aceptar personalmente esta invitación, creer que él es poderoso para librarme del vacío, de las incertidumbres y de los tormentos de mi alma. Entregarle el control de mi vida es el verdadero antídoto contra la ansiedad.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

“Él (Jesús) respondió y dijo: Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).

Números 27 – Lucas 6:1-19 – Salmo 84:8-12 – Proverbios 19:18-19