La Buena Semilla: Martes 23 Julio
Martes
23
Julio
Dios nuestro Salvador… quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
1 Timoteo 2:3-4
Mirad que no desechéis al que habla (Dios).
Hebreos 12:25
Curación cerca del estanque
Leer Juan 5:2-15

En Jerusalén había un estanque cerca del cual las personas enfermas se reunían con la esperanza de ser curadas por un milagro. Un hombre que hacía 38 años estaba lisiado también yacía allí. Jesús visitó ese triste lugar, vio al paralítico acostado y le preguntó: “¿Quieres ser sano?”. El pobre hombre le respondió que no tenía quien lo ayudase. Entonces Jesús le dijo: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. El hombre fue sanado inmediatamente.

Preguntar a un enfermo si quiere ser curado parece ilógico. Sin embargo, cada uno de nosotros debe responder la misma pregunta: ¿Realmente quiere ser salvo? ¿Desea encontrar la paz con Dios? ¿Quiere conocerlo como Padre? ¿Desea que Jesús entre en su vida?

Para desear ser salvo, primero debe reconocer que necesita ser salvo, y que no puede hacerlo por sí mismo. Usted puede haber arruinado su vida y la de su familia. Quizá sea esclavo de deseos egoístas y destructivos, o se halle en un callejón sin salida, solo, enfermo. O quizá simplemente sea consciente de que es culpable ante Dios. Cuando las capacidades del hombre se han agotado, las de Dios pueden manifestarse. Este hombre tardó 38 años, casi toda una vida, para llegar a decir: “No tengo quien me meta en el estanque”. Ahora escuche a Jesús que pasa y le dice: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. En otras palabras: Confía en mí y sígueme.

“Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Números 32 – Lucas 9:1-20 – Salmo 87 – Proverbios 20:1