La Buena Semilla: Viernes 19 Julio
Viernes
19
Julio
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
Mateo 6:9-10
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo… nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Efesios 1:3
Padre nuestro que estás en el cielo

En respuesta a una petición de sus discípulos, Jesús les dio un modelo de oración, llamada el “Padre nuestro”, porque así comienza esta oración. No les dio este modelo para que lo repitiesen mecánicamente, sin fe ni fervor, sino para guiar su vida de oración.

El “Padre nuestro” se divide en dos partes. La primera se refiere a Dios, a su nombre, su reino, su voluntad. La segunda concierne a nuestras necesidades: el alimento diario, la necesidad de perdón y de protección. Este orden es importante. Dios debe ocupar el primer lugar en nuestros pensamientos y deseos.

Jesús comenzó la oración invitando a sus discípulos a llamar a Dios “Padre nuestro”. Ya no se le conoce solo como el Eterno, el Dios del pueblo de Israel. Ahora es el Padre de todos los que conocen a Jesús como su Salvador. Él nos llama sus hijos y vela por nosotros. Cada creyente tiene el privilegio de acercarse a Dios en cualquier momento, con libertad y confianza. Podemos apreciar la misericordia del Padre (Lucas 6:36), su perdón (Marcos 11:25), su cuidado (Mateo 6:31-32) y su disciplina bienhechora (Hebreos 12:5).

Nuestro Padre está en el cielo. Dios, quien vino a nosotros en la persona de Jesús, sigue estando infinitamente por encima de nosotros. Todos los poderes, todos los acontecimientos están en su mano. Y este Dios tan grande es nuestro Padre. Podemos hablarle, y él nos escucha. ¡Qué privilegio!

Números 29 – Lucas 7:1-23 – Salmo 85:8-13 – Proverbios 19:22-23