La Buena Semilla: Lunes 8 Enero
Lunes
8
Enero
¡Cuán innumerables son tus obras, oh Señor! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios.
Salmo 104:24
La Palabra de Dios permanece para siempre

El último macho rinoceronte blanco del norte murió en marzo de 2018. La especie, de la que se cree que solo quedan dos hembras, está en peligro de extinción. «Cuando oigo hablar de la destrucción de una especie, para mí es como cuando desaparecen todas las obras de un gran escritor», decía Theodore Roosevelt (un presidente que se preocupó realmente por la preservación de las especies naturales y la fauna).

Ahora bien, esta reflexión nos hace pensar en que las especies vegetales y animales, en su extraordinaria diversidad son obra de Dios, el «gran escritor». Cada especie es como un libro, una obra maestra. Estos libros vivientes nos hablan del poder y la sabiduría del Dios Creador. También nos hablan de su amor por los seres humanos, pues fue para ellos que Dios diseñó esta suntuosa tierra y todo lo que contiene.

Comprendemos la tristeza de Roosevelt cuando vemos que la negligencia de los seres humanos tiende a provocar la desaparición de las especies. Pero hay otro Libro escrito por Dios, otra obra maestra: la Biblia. Los hombres han tratado de destruirla muchas veces, pero ella “permanece para siempre” (1 Pedro 1:25).

¿Cuál es nuestra actitud ante esta maravilla que Dios ha dejado a la humanidad? Admitámoslo, a menudo estamos demasiado ocupados para interesarnos en ella. Es como si todas las actividades y preocupaciones de la vida tendieran a hacer que este Libro, testimonio del amor de Dios por nosotros, «desapareciera» y se hundiera en el olvido. ¡Pero no es demasiado tarde para empezar a leerla!

Génesis 9 – Mateo 6:19-7:6 – Salmo 5:8-12 – Proverbios 2:10-15