La Buena Semilla: Jueves 18 Enero
Jueves
18
Enero
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:28
Descubrí a Dios en la cárcel

Pedro no pudo superar la muerte de su padre. Con el paso de los años, poco a poco se fue volviendo alcohólico, conflictivo, y finalmente terminó en la cárcel, acusado de intento de homicidio.

Después de un mes, desesperado, pidió ver a un cristiano, a quien dijo: «Oro, pero Dios no me responde». A partir de ese día, se reunieron cada semana. «Pedro estaba tan sediento como la arena del desierto. Quería saberlo todo… Me hablaba de su vida, y yo le hablaba de Jesús».

Pedro, conmovido por el amor de Cristo, pidió a su nuevo amigo que le explicase los textos de la Biblia. «La cárcel, explicó después, me dio un espacio para Dios. Fue allí donde Dios me permitió cambiar interiormente, abrir los ojos a mi vida anterior. La libertad siempre ha sido muy importante para mí. Incluso me hice tatuar esa palabra en la espalda mucho antes de mi conversión. Sin embargo, solo en la cárcel comprendí su verdadero significado. Jesús me liberó. Él siempre estaba conmigo, pero yo no lo había visto».

Después de salir de la cárcel, dijo: «Tengo un profundo deseo de conocer mejor a Dios. Tengo sed de orar, de leer la Biblia. Dios me ha liberado, no solo física, sino también mental y espiritualmente. Hoy puedo hablar de ello porque he experimentado el poder de la fe en Cristo. Hace tres años era imposible imaginar que un día daría testimonio de mi fe».

Mi Salvador en su bondad
Al mundo malo descendió,
Y de hondo abismo de maldad
Él mi alma levantó.

Himnos y Cánticos, N° 217

Génesis 22 – Mateo 12:38-50 – Salmo 11 – Proverbios 3:27-31