La Buena Semilla: Sábado 3 Agosto
Sábado
3
Agosto
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Filipenses 4:11; 1:21
¿Cuál es nuestra razón de vivir?

El apóstol Pablo, autor de los versículos del encabezamiento, no vivía en el lujo, ni siquiera gozaba de las comodidades de la vida, y tampoco estaba rodeado del cariño de su familia. Era un prisionero de los romanos. ¿Cuál era el secreto de su paz y fuerza interior?

No era una religión, ni unas reglas morales, sino una persona: Jesucristo, a quien amaba. ¡Este era su recurso interior en el sufrimiento! “Para mí el vivir es Cristo”. A los ojos de sus contemporáneos, su vida podía parecer un fracaso, pero eso no le importaba, pues encontraba en Jesucristo la respuesta a todas las necesidades de su conciencia y de su corazón.

Esta experiencia no está reservada solo para los apóstoles. Se halla al alcance de todo el que ha creído en Jesucristo, el Hijo de Dios. Para realizarla, debemos vivir para Cristo y en su compañía. Esto no solo nos permite sobrellevar las circunstancias difíciles, sin que nos abrumen, sino hacerlo tratando de agradar a nuestro Maestro. Y esto se aplica tanto a un joven en sus estudios o en sus contactos con sus compañeros, como a un adulto que enfrenta sus problemas cotidianos. ¡Por la gracia de Dios, aceptemos vivir esta experiencia, pues enriquecerá nuestra vida de fe! Es aquí en la tierra, y en cada situación, donde experimentamos la realidad de nuestra relación con Dios. ¡El beneficio será eterno! Tenemos la oportunidad de demostrar que amamos al Señor Jesús, ¡gran razón para vivir!

Jeremías 7 – Lucas 13:18-35 – Salmo 90:1-6 – Proverbios 20:22