La Buena Semilla: Martes 3 Septiembre
Martes
3
Septiembre
Has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias.
Salmo 31:7
Bueno me es haber sido humillado para que aprenda tus estatutos.
Salmo 119:71
Último mensaje de un siervo de Dios (2)

Carta de Félix Neff, padeciendo de una enfermedad grave.

«Puedo declarar enfáticamente que no cambiaría este estado de pruebas por aquel en el cual me hallaba, hace algunos años, en lo más intenso de mis trabajos evangélicos. Porque, aun cuando mi vida era dedicada al servicio de Cristo y podía parecer ejemplar a los ojos de los hombres, encuentro en ella muchas infidelidades, muchos pecados, muchas cosas que mancharon mi vida y mis ojos y sobre todo los ojos del Señor.

Pasé tantos años lejos de Dios, si tuviera treinta años por vivir, preferiría pasarlos sobre este lecho de dolor y de ansiedad que recuperar mis fuerzas. Porque anhelo llevar una vida más verdaderamente cristiana, más santa, más enteramente consagrada a Dios.

Cuánto tiempo perdemos, de cuántas bendiciones nos privamos al vivir alejados de Dios, en la ligereza, en la distracción, en la búsqueda de las cosas perecederas y en la satisfacción de la carne y del amor propio. Ahora lo experimento, y usted lo sentirá en el día de la prueba.

Aproveche pues el tiempo, no puedo repetírselo demasiado, viva con Dios, por medio de la fe, de la oración y de comunicaciones serias.

Solo seré salvo como el último de los pecadores, como el malhechor sobre la cruz».

Un amigo que velaba en su lecho de muerte escribió: «Cuando usted reciba estas líneas, Félix Neff habrá dejado este mundo.

Bendiga al Señor por haber dado a su siervo una paz profunda en estos últimos días. Deseo terminar mi peregrinaje como él».

Jeremías 35 – 1 Corintios 11:1-22 – Salmo 103:6-12 – Proverbios 22:17-19