La Buena Semilla: Miércoles 18 Septiembre
Miércoles
18
Septiembre
Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre del Señor… Vino a Salomón, le expuso todo lo que en su corazón tenía. Y Salomón le contestó todas sus preguntas.
1 Reyes 10:1-3
(Jesús dijo de sí mismo:) He aquí más que Salomón en este lugar.
Mateo 12:42
La reina de Sabá

Aunque vivió hace 3000 años, la reputación del rey Salomón ha llegado hasta nosotros. Su reino es símbolo de riqueza y prosperidad.

Durante su reinado, recibió la visita de la reina de Sabá. Y lo que atrajo a esta reina no fue la riqueza de Salomón, sino su fama unida al nombre del Dios de Israel. Viajó más de dos mil kilómetros para presentar al rey Salomón todo lo que no entendía, y él respondió todas sus preguntas.

Traslademos esta historia a nuestra época. Sin Dios, el mundo donde vivimos es incomprensible. ¿Por qué existe la vida y la muerte? ¿Por qué la injusticia y el sufrimiento? Tal vez estas preguntas ronden su cabeza y no hallen respuestas. Si buscamos soluciones a los problemas fundamentales que aquejan al mundo solo a la luz de nuestra inteligencia, la mayoría de ellos permanecerán indescifrables. Las grandes preguntas de nuestra sociedad solo se pueden explicar a la luz de la Biblia, la Palabra de Dios.

Un lugar desconocido sumido en la oscuridad puede parecer misterioso, e incluso inquietante, pero el misterio se disipa cuando la luz aparece.

“Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

Encontrar a Jesús es proyectar luz, primero sobre nuestro estado interior, y también sobre el mundo que nos rodea.

Jeremías 49:23-39 – 2 Corintios 7 – Salmo 106:13-18 – Proverbios 23:19-21