La Buena Semilla: Lunes 23 Septiembre
Lunes
23
Septiembre
El Señor es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Nahum 1:7
Conoce el Señor a los que son suyos.
2 Timoteo 2:19
Soy único para Dios

La reina de Inglaterra inauguraba una nueva escuela ante una numerosa delegación de futuros alumnos. Cuando la ceremonia terminó, una niña lloraba desconsoladamente.

–¿Qué te pasa?, preguntó la maestra, ¿no viste a la reina?

–Sí, respondió la niña, ¡pero la reina no me vio a mí!

Por supuesto, la reina no podía fijarse en cada niño de la multitud, pero la niña no tenía edad para entenderlo.

En la era digital, podemos sentirnos como un simple número, anónimo, en un documento. Y esto nos lleva a pensar que no existimos para nadie, porque nadie parece estar interesado en nosotros. ¡Qué error!

Hay alguien que sabe quién soy, conoce mi nombre y escucha cada uno de mis suspiros. ¡Es Dios, quien nos creó! El rey David lo sabía muy bien, y dijo: “Oh Señor, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Señor, tú la sabes toda” (Salmo 139:2-4).

El Señor Jesús, el buen Pastor, llama a sus ovejas por su nombre (Juan 10:3). Cada una es única ante sus ojos. Escuchemos su voz que nos dice: “No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú… No me olvides… vuélvete a mí, porque yo te redimí” (Isaías 43:1; 44:21-22).

Jeremías 52:1-16 – 2 Corintios 11:16-33 – Salmo 106:40-48 – Proverbios 23:29-35