La Buena Semilla: Sábado 19 Octubre
Sábado
19
Octubre
¿Por qué se da luz al trabajado, y vida a los de ánimo amargado, que esperan la muerte… ?
Job 3:20-21
A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
Salmo 123:1
La amargura (3)

– Job, un creyente del Antiguo Testamento, “varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:8), tuvo que pasar por una prueba extrema: súbitamente perdió sus riquezas, sus hijos, su salud. Su mujer le aconsejó maldecir a Dios, pero él se mantuvo firme en su fe y no expresó ninguna rebeldía cuando el infortunio lo golpeó. Sin embargo, cuando sus amigos llegaron para consolarlo, insinuaron que estas calamidades seguramente eran un castigo de Dios por un pecado que Job ocultaba. Entonces, al límite de sus fuerzas, Job llegó a pensar que Dios era injusto al probarlo de esa manera. A lo largo de su libro lo vemos luchar con los argumentos de sus amigos y consigo mismo. Sus palabras están llenas de amargura. Se indigna porque imagina que Dios está contra él: “No me ha concedido que tome aliento, sino que me ha llenado de amarguras” (Job 9:18). “Está mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablaré con amargura de mi alma” (Job 10:1).

Pero cuando al fin terminó su discurso, Dios se le reveló. Le recordó Su grandeza, su majestad y su sabiduría. Entonces Job comprendió la lección, Dios lo sanó y le devolvió mucho más de lo que había perdido. ¡Dios es el recurso y la ayuda del creyente que pasa por la prueba! Job aprendió a renunciar a todas sus pretensiones y a confiar en Dios, quien es “muy misericordioso y compasivo” (Santiago 5:11), y que solo quiere nuestro bien.

(fin el próximo sábado)

Deuteronomio 13 – Juan 8:1-30 – Salmo 118:21-29 – Proverbios 25:20-22