La Buena Semilla: Martes 7 Mayo
Martes
7
Mayo
No os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido… sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
1 Pedro 4:12-13
El sufrimiento del cristiano

Cuando leemos el libro de Job nos asombra ver los sufrimientos por los que pasó este hombre. Sin embargo, Dios afirmó que Job era un “varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:8). Job no sabía por qué le ocurría todo esto, y tardó mucho tiempo en comprender el propósito de Dios en esas pruebas.

El apóstol Pablo también sufrió mucho. En una de sus cartas describió algunos momentos muy duros de su vida (2 Corintios 11:23-28). Un poco más adelante rogó a Dios que lo librara de algo doloroso. La respuesta de Dios fue inesperada, pero reveladora: “Bástate mi gracia” (2 Corintios 12:9). Estos dos ejemplos nos muestran que los sufrimientos en la vida de un creyente no son un castigo. Más bien son el cuidado especial del Señor hacia los suyos, para acercarlos y hacerlos más parecidos a él (Hebreos 12:11).

El predicador inglés George Whitefield (siglo 18) oraba así: «Señor, si me duermo sobre la almohada de tu gracia, despiértame con alguna espina de tu corona». Las espinas pueden evocar los sufrimientos que Jesús soportó por parte de los hombres. Este cristiano sabía que nuestra energía espiritual se debilita cuando todo va bien, y confiaba en Dios para que no fuera así en su vida.

Amigos, no nos desanimemos cuando pasamos por las pruebas, y recordemos siempre que “las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse” (Romanos 8:18).

Isaías 51 – Marcos 8:22-38 – Salmo 54 – Proverbios 15:1-2