La Buena Semilla: Sábado 4 Mayo
Sábado
4
Mayo
Dios es amor… En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo.
1 Juan 4:8, 10
No dejemos de lado las cosas sencillas (3)

La persona de Jesucristo

Para que el hombre tal como es pueda entrar en relación con su Creador, Dios se hizo hombre en Jesucristo. Perfectamente Dios y perfectamente hombre, Jesús fue en esta tierra lo que cada uno de nosotros debería ser: una persona apegada a Dios, obediente, apartada del pecado, que solo hace el bien.

La obra de Jesucristo

Su perfección, insoportable para sus contemporáneos, provocó su rechazo: fue condenado a muerte en una cruz. Pero esta perfección absoluta lo habilitó para pagar ante Dios la inmensa deuda del pecado del mundo. Puesto en una cruz, entre el cielo y la tierra, fue rechazado por los hombres a quienes vino a salvar, y abandonado por el Dios cuya voluntad siempre había hecho. Sin embargo, satisfecha la justicia de Dios y aplacada su ira contra el pecado, Dios resucitó a Jesús y lo sentó a su diestra, estableciéndolo como “Juez de vivos y muertos”.

Jesucristo nos salva

Si Dios, quien es luz, solo fuera un juez perfecto e inflexible, no tendríamos mucha esperanza de salvarnos… La Biblia incluso nos dice que no tendríamos ninguna.

Pero Dios es el Dios de los milagros: lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios. Con base en la obra de Jesucristo en la cruz, Dios concede el perdón a todo el que se reconoce culpable y cree en su Hijo.

(continuará el próximo sábado)

Isaías 48 – Marcos 7:1-23 – Salmo 51:13-19 – Proverbios 14:31-32