La Buena Semilla: Martes 21 Mayo
Martes
21
Mayo
Tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo… tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Efesios 6:13, 16
Un escudo defectuoso

«Un escudo que deja pasar una flecha no es un escudo», dijo un político. Esta reflexión general adquiere todo su sentido para el escudo de la fe mencionado en la epístola a los Efesios. Es una parte esencial de la armadura del cristiano, y sirve “para apagar todos los dardos de fuego del maligno”. Un dardo de fuego, si logra alcanzar su objetivo, puede producir un gran incendio.

Estos “dardos de fuego” son las dudas y la incredulidad con las que Satanás trata implacablemente de perturbar nuestra relación con Dios. Por ejemplo, intenta insinuar que Dios es injusto, arbitrario, indiferente a nuestros sufrimientos, sordo a nuestras súplicas…

Cristianos, estemos en guardia, porque Satanás conoce el defecto de la coraza. Si una de sus flechas nos alcanza, nos sembrará la duda, la desconfianza, la rebeldía o la amargura hacia Dios, nuestro Padre. Perderemos nuestra confianza sencilla y sin reservas en su bondad y fidelidad hacia nosotros. Nuestra relación con Dios, nuestra paz y nuestra felicidad se verán afectadas.

Los argumentos que Satanás utiliza a veces parecen justos, pero siempre esconden mentiras. Velemos, pues, para empuñar el escudo de la fe de tal manera que no dejemos pasar ninguna flecha. Rechacemos enérgica e inmediatamente cualquier cosa que ponga en duda la bondad, la sabiduría, el amor, la fidelidad o la soberanía de Dios. No discutamos; respondamos como Jesús: “Escrito está…” (Lucas 4:1-13). ¡Este es el único escudo eficaz!

Levítico 1-2 – Marcos 15:21-47 – Salmo 61 – Proverbios 15:29-30