La Buena Semilla: Viernes 3 Mayo
Viernes
3
Mayo
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Colosenses 3:1-2
Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Marcos 1:35
Nuestras prioridades

Vivimos apresurados, el tiempo es tan corto, la vida tan agitada… Solemos estar tan ocupados que corremos el peligro de descuidar la lectura de la Biblia y la oración. Por la mañana empieza la carrera para no llegar tarde, y al final del día, ¡el cansancio nos agobia! ¡Así es posible que pasemos las semanas sin tener ningún contacto real con nuestro Señor!

Si empezamos nuestros días dedicando tiempo al Señor, probablemente las horas siguientes también estarán consagradas a él, y viceversa. No busquemos excusas, ordenemos nuestras prioridades y podremos afrontar el día con la paz y la fuerza de la fe.

Descuidando la lectura de la Palabra de Dios sentimos un vacío. Tal vez intentemos llenarlo con lo que el mundo ofrece, pero eso no sirve. Pongamos nuestra confianza en Dios, quien nos tiene reservado algo mejor: ¡el gozo de la presencia de Jesús! Dediquemos tiempo a orar y a leer la Biblia. Busquemos a Jesús en ella. ¡Como él también nos busca, nos encontraremos!

Más que una actividad, la oración es sobre todo una actitud. Expresa nuestra relación con Dios, una relación de confianza y amor. Un cristiano dijo: «Un momento pasado con Dios en oración hace palidecer los placeres y las alegrías de esta tierra». ¿Es esta su experiencia?

Por medio de la oración buscamos lo que Dios desea y lo aceptamos para hacerlo. Nuestra oración es un deseo de acercarnos a Dios, una sed de su comunión (Salmo 42:2).

Isaías 46-47 – Marcos 6:30-56 – Salmo 51:6-12 – Proverbios 14:29-30