La Buena Semilla: Martes 14 Mayo
Martes
14
Mayo
El menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes… Juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos…

Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.

Lucas 15:12-13, 20
El mejor de los padres
Leer Lucas 15:11-24

En la parábola del hijo pródigo, este joven reclamó “la parte de los bienes” que le correspondía. Quería recibir la herencia de inmediato; era como si su padre ya hubiese muerto para él. Quería vivir su vida solo, ser independiente. Su padre no discutió, aunque estaba preocupado por su hijo. Lo dejó ir, pero no lo abandonó; no lo olvidó, por eso lo esperó con amor.

Y lo que tenía que suceder, sucedió… El hijo malgastó todas sus posesiones y se quedó en la miseria, lejos de su familia, hambriento e infeliz. Solo le quedaban dos opciones: persistir en su deseo de independizarse de su padre, o volver a casa reconociendo sus errores… ¿Qué habría hecho usted?

Dios deja a las personas libres para que tomen sus decisiones y hagan sus propias experiencias. Pero también nos ama, nos invita a escucharle y espera nuestra respuesta.

Veamos el resto de la parábola: ¡el hijo volvió! Y el padre le dio una acogida llena de amor, gozándose grandemente por su regreso: corrió a su encuentro, se echó sobre su cuello, lo abrazó e hizo una fiesta, porque su hijo que se había perdido fue hallado.

Dios acoge de la misma manera a todo el que se acerca a él tal como es, reconociendo que se ha equivocado, lamentando su desobediencia a Dios y su conducta indigna.

¡Dios es realmente un Padre que nos ama! Cada uno de nosotros puede ser su hijo por la fe en Jesucristo.

Isaías 61-62 – Marcos 12:1-27 – Salmo 57:6-11 – Proverbios 15:15-16